8.12.07

HÁBITOS

El hábito nos hace
parecer de este mundo:
obligados a ser carne
que pesa y produce
sombra:
monjes hechos y encorvados
recogemos calderilla.

5 comentarios:

Jorge Alberdi dijo...

Casi como una flor que sus pétalos han dejado en esencia. O en ausencia.
A instancias de un muy viejo comentario en el blog El Ventrílocuo, el texto tendrá oportunidad de salir del final del cajón, en esta otra dirección:
http://ventrlocuo.blogspot.com/
Hasta pronto

Laura PD dijo...

Señor Machón: se ha hecho usted buscar. En cualquier caso, gracias por visitar mi blog, por sus comentarios... ¡y gracias por vincular mi humilde espacio desde el suyo! ¿A qué tanto honor?

Brillante poema, de los que a mí me gustan: breves y rotundos.

Un saludo.

Laura.

Ramón Machón dijo...

Señora Laura:

¿Honor? ¿Gracias? Por favor!
¿No sería posible tutearnos? En cualquier caso me divierte esa distancia del usted, cuando sé que es mero juego (¿Lo es?)
Lo de vincularte es mera cuestión práctica: me interesa leer lo que vas escribiendo, y nada mejor que hacer un agujerito en mi blog para mirar al tuyo de vez en cuando. Así de fácil.
Saludos, Laura, desde Pragajoz.

Laura PD dijo...

Lo es: es juego, y es posible tutearnos. Te enlazo también... ¡que otra vez he tenido que buscar para hallar tu blog!
Saludos desde la tierra de la bellota.

Anónimo dijo...

Creo que los hábitos son condenas para muchas personas, entre las que me incluyo, por eso nos hace parecer de este mundo como bien dices.

Un saludo